Innovación y Tecnología

I.            Antecedentes

La adopción de la innovación a través de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) tienen un vínculo directo con la dinámica de cambio global que los países desarrollados han sabido aprovechar. Le han apostado a este componente como un eje clave para el desarrollo de competitividad, productividad y eficiencia; lo cual han explotado grandemente en la tecnificación de todas sus actividades productivas tradicionales y emergentes.

Toda esa dinámica, iniciada décadas atrás, nos ha llevado en la actualidad a la inminente Cuarta Revolución Industrial (4RI), donde muchos países en Latinoamérica ya están destacando. A pesar de que el país ha quedado rezagado en este tema, aún no es demasiado tarde para que pueda trazar esa ruta de éxito para su transformación y el cierre de la brecha digital.

Son los gobiernos de los países los que deben tomar la iniciativa,  impulsar y habilitar las condiciones tecnológicas y regulatorias, para que a través de políticas públicas efectivas, los sectores productivos puedan sacar el máximo provecho de la economía digital, propiciando la transformación de las empresas, sectores académicos y las mismas instituciones gubernamentales, quienes, además, deben desarrollar esa capacidad para poder interactuar con el resto de sectores.

La transformación digital empresarial es un hecho. La demanda de profesionales técnicos y especialistas es una realidad. El comercio electrónico nacional e internacional es una necesidad; la robótica y la inteligencia artificial se vuelven una oportunidad. Por tanto, el gobierno de El Salvador está obligado a volverse un catalizador para potenciar los recursos y capacidades existentes, proveyendo las condiciones para que la academia, sectores productivos y el gobierno mismo integren esfuerzos en una meta de país por salir del subdesarrollo.

En este contexto, nuestro Plan de Gobierno traza una estrategia conformada por diferentes componentes para potenciar el uso de las TIC, que incluye la normalización en la adopción de tecnologías, el cierre de brecha digital, instauración de programas de formación técnica y de especialización, orientados a la implementación de procesos tecnológicos para hacer eficientes los servicios públicos y privados, entre otras.

 

II.         Problemática actual

La única manera en que sabremos en qué posición estamos, y si somos buenos en algo o no, o si vamos en la ruta correcta, es compararnos con el resto de naciones, principalmente con los de nuestra región. Por tanto, retomaremos de referencia algunos informes de medición de país, que citan componentes de desarrollo y tecnologías de la información, los cuales cuentan con alta importancia por ser desarrollados por entidades internacionales independientes.

En lo que respecta al Índice Global de Competitividad, con base en el informe desarrollado por el Foro Económico Mundial correspondiente al año 2018 (The Global Competitiveness Report 2018 - World Economic Forum), El Salvador está en la posición 98 de 140 y bajó en su índice de competitividad de 53,86 en el 2017 a 52,82 en el 2018.

Esta no es una medición aislada. Se basa en la evaluación de 12 factores, en los que de forma explícita incluye la adopción de tecnologías de la información que, implícitamente, se vinculan con el resto de factores, por ejemplo: institucionalidad, dinamismo de negocios e infraestructura, entre otros. Por ejemplo, en el factor de adopción de las TIC ocupamos la posición 103 de 140.

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En sintonía con lo anterior, y de manera paralela, en el informe Doing Business 2018, elaborado por el Banco Mundial, sobre el ranking de Facilidad para Hacer Negocios, El Salvador cayó 12 posiciones, ocupando el puesto número 85, cuando en el año 2017 estaba en el 73.

Esto es solo una muestra de la manera en que se nos mide a nivel internacional y es el reflejo de la carencia de estrategias sólidas de país, relacionadas con la adopción efectiva de las TIC como un abanico de oportunidades, que pueden incorporarse en procesos académicos, productivos y, sobre todo, en la entrega de eficiente de servicios públicos.

Lo que de manera formal se mide por otras entidades a nivel internacional es, sin duda, lo que día con día viven nuestros ciudadanos cuando demandan los servicios y les son entregados de manera ineficiente, incompleta, con ataduras de tramitología que se ven influenciadas a regulaciones obsoletas, que llevan incluso a desistir en la exigencia de los servicios a los que se tienen derecho.

Tomando como base los aspectos abordados anteriormente, se puede resumir algunas de las problemática actuales identificadas, que impactan en los resultados que El Salvador está reflejando hacia el resto del mundo:

a)    A nivel de gobierno tradicionalmente se ha carecido de una estrategia de país con enfoque en las TIC, que integre no solo a las entidades de gobierno, sino también al resto de sectores productivos, académicos y la sociedad en general. La mayoría de esfuerzos de inversión han sido individuales, incluso entre las mismas instituciones, que no han podido consolidar una visión tecnológica común, de transformación digital, de buenas prácticas, seguridad de la información y estandarización.

b)    La tramitología no ha podido superar las barreras burocráticas que permita volver eficientes los servicios. A tal grado que no se ha podido explotar las TIC para lograr la Interoperabilidad Institucional, que integre procesos entre las entidades y que faciliten al ciudadano, empresas y demás sectores agilidad en los trámites. Esto lo podemos apreciar cuando en una institución nos requieren documentos adquiridos en la misma entidad, los cuales podrían ser consultados directamente de sus registros digitales. También se observa cuando se tiene que entregar la misma copia de documentos en diferentes dependencias de la misma institución, a expensas que dichos documentos puedan ser extraviados por la falta de controles efectivos.

c)    No se cuenta con un canal efectivo de comunicación entre los diferentes sectores de la sociedad y el gobierno, a través de los cuales se expongan sus necesidades, se les dé seguimiento y se reciba retroalimentación a través del mismo canal, que permita, a través del mismo, que las instituciones se comuniquen entre sí, para atender las necesidades de manera integral, analizando, priorizando e identificando las soluciones; abriendo a la ciudadanía la posibilidad de seguir la trazabilidad de cada caso registrado.

d)    La Ley de Firma Electrónica aún no se ha implementado en el país, a pesar de haber iniciado un proceso intenso de preparación y gestiones de aprobación desde el 2008 y que fue exitosamente aprobada con Decreto Legislativo No. 133 del 1 octubre de 2015, entrando en vigencia el 23 de abril de 2016. Esto es una limitante para poder dar un salto de calidad, eficiencia y seguridad en las transacciones comerciales y gubernamentales, haciendo uso eficiente de los canales de comunicación electrónica y digital.

e)    Las limitantes anteriores tienen efecto colateral sobre la transparencia y la disponibilidad de datos abiertos, temas sobre los cuales los gobiernos aún mantienen una deuda con la población. Esto derivado de una deficiente gestión tecnológica y de mecanismos de recopilación e integración estandarizada de información.

f)      Se carece de estrategias sólidas para el cierre de la brecha digital en El Salvador, que contemple la integración de todos los sectores de la sociedad (empresas, academias, gremiales de profesionales, etc.), con enfoque en el fortalecimiento y despliegue de infraestructura tecnológica y el componente educacional en la población.

III.      Ejes programáticos

EJE 1 – eGOES

Subcomponente 1: Sistema de Monitoreo Nacional

Implementación del Sistema de Monitoreo Nacional, a través del cual se identifiquen, registren, prioricen y gestionen las diferentes necesidades de la población; que permita la unificación de esfuerzos con equipos multisectoriales del gobierno para abordar las soluciones de manera integral.

Este consiste en la implementación de una plataforma tecnológica que abrirá un importante canal de comunicación entre la ciudadanía y el gobierno; a través de la cual serán reportadas las problemáticas que afecten a la población.

El Sistema de Monitoreo Nacional permitirá que cada problemática sea recibida e identificada, llevando además el registro y control del ciclo de atención de la misma, sometida a un proceso en el que podrán desarrollar, entre otras, las siguientes actividades:

1.     Investigación, análisis y priorización de la problemática, generando el diagnóstico preliminar del tratamiento de la misma.

2.     Derivación de cada caso a las instituciones involucradas en la solución, para la integración de los equipos de trabajo interinstitucionales.

3.     Registro de avance en el tratamiento de las problemáticas.

4.    Cierre de cada uno de los casos atendidos y resueltos.

La plataforma permitirá que los equipos multisectoriales de las diferentes entidades de gobierno se integren y planifiquen el trabajo a ejecutar, abordando la problemática reportada de manera conjunta con el fin de erradicar las causas de la misma. En tal sentido, dependiendo del tipo de problemática reportada, podrán verse equipos integrados por personal de las carteras de salud, seguridad y educación, o equipos de obras públicas, turismo, tránsito terrestre, entre otros. Todos con un enfoque integral de solución.

La población en general podrá acceder, de manera transparente, a la plataforma para conocer de primera mano sobre los avances de cada caso registrado, que luego se podrá constatar con la materialización de las acciones reflejadas en obras.

Subcomponente 2: Transformación Digital del Gobierno

Se potenciará la Transformación Digital del Gobierno, con base en una arquitectura integrada y normalizada para la inversión en nuevas tecnologías de la información y comunicación, la adopción de buenas prácticas y la formación técnica especializada de los funcionarios responsables de su gestión.

Se establecerá una estrategia de Transformación Digital de Gobierno, con la cual se trazarán los ejes de acción general que marcarán la pauta en todo el contexto de inversión y gestión integral de las TIC para cada entidad de gobierno, habilitando su integración con el resto de actores de la población.

A partir de esta estrategia se definirán las líneas de acción interrelacionadas y focalizadas en la eficientización de procesos para la entrega de servicio, basadas en el uso óptimo de las TIC. Entre los elementos clave sobre los que se basará esta estrategia se tienen:

1.     Política de inversión para la adquisición de infraestructura y soluciones tecnológicas.

2.     Marco de trabajo para la gestión de TI, basado en las buenas prácticas internacionales.

3.     Normalización para la integración tecnológica interinstitucional.

4.    Marco de trabajo para la implementación de políticas de seguridad de la información.

5.     Planes estratégicos, tácticos y operativos para la formación en TIC, con enfoque en la visión de país.

Lo anterior permitirá establecer las bases sobre las cuales todas las entidades de gobierno puedan integrar sus recursos y capacidades sobre las TIC, a fin de poder brindar servicios de calidad y eficientes a los ciudadanos, adoptando marcos de trabajo estandarizados que permitan homologar los niveles de servicio, e implementar mecanismos de medición y de mejora continua. De esta manera, se propiciarán las condiciones para la interoperabilidad institucional, que denote el salto de calidad en servicio que se tiene como objetivo, dándole un golpe certero a la burocracia que tantos recursos consume del gobierno, sector privado y población en general.

Subcomponente 3: Interoperabilidad Institucional

Implementación de procesos de Interoperabilidad Institucional que integren las comunicaciones entre entidades de gobierno y empresa privada, en el contexto nacional e internacional, enfocado en la entrega eficiente de servicios al ciudadano.

Con una base de Transformación Digital sólida en las Instituciones Gubernamentales y contando con una infraestructura integrada, se puede lograr dar un paso de calidad en la entrega de servicios, a través de la Interoperabilidad Institucional. Con esto se habilitan mecanismos de intercambio de información entre las entidades, con el fin de agilizar trámites ciudadanos en los que más de una institución tiene participación o aquellos donde los requisitos de documentación requeridos puedan ser obtenidos directamente de la fuente emisora del mismo.

Para ejemplificar este escenario, sería de gran beneficio que cuando un ciudadano requiera obtener un pasaporte no necesite más que llevar su Documento Único de Identidad (DUI), sin tener que llevar una copia física, pues la misma puede ser obtenida digitalmente desde el Registro Nacional de las Personas Naturales (RNPN). En la misma sintonía, al tramitar el pasaporte para menores de edad, que no sea exigible llevar una partida de nacimiento emitida por la municipalidad en la que está inscrito, sino que baste con conectarse a la base de datos del RNPN o de la misma municipalidad y visualizar el documento, tomando la información que sea necesaria para los registros internos de la Dirección General de Migración y Extranjería.

Este sería un ejemplo simple, considerando que las TIC nos abren una amplia gama de oportunidades de mejora en un sinfín de sentidos. Por ejemplo, sería de gran beneficio que desde los centros hospitalarios, públicos o privados, se registre la información de nacimientos o defunciones; datos que puedan ser consumidos por las municipalidades, el RNPN y por las entidades de estadísticas nacionales, facilitando los trámites del estado familiar; y que al efectuarse el registro oficial en el estado familiar de las municipalidades, el Ministerio de Educación pueda proyectar su demanda de matrícula con años de antelación. Y así, Ministerio de Salud, Ministerio de Economía y demás entidades pueden definir sus políticas públicas basadas en datos reales, como por ejemplo proyecciones para la adquisición de vacunas, proyectos sociales, demográficos, entre otros.

Por tanto, la Interoperabilidad Institucional representa una oportunidad para volver más eficiente al Estado, beneficiando a la población y a todos los sectores económicos; impactando en diferentes indicadores desarrollo que no han logrado superarse por no contar con una visión de soluciones integrales.

Subcomponente 4: Firma Electrónica

Implementación de la Ley de Firma Electrónica como componente clave para habilitar e impulsar el comercio electrónico y gobierno electrónico, con garantías de seguridad en el intercambio de documentación de carácter oficial y personal por canales digitales.

Con la Firma Electrónica se constituye un elemento clave en la generación de seguridad jurídica, en el contexto de trámites en canales de comunicación tecnológicos (electrónicos, digitales, ópticos y equivalentes), como los que habilita el Internet y demás medios de transferencia de datos.

Tras la entrada en vigencia de la Ley de Firma Electrónica, nada o muy poco interés se ha visto de parte del gobierno por la puesta en marcha de dicha Ley.

Este proyecto requiere ser impulsado por el gobierno, pues es el designado para la operativización de toda la estructura orgánica y habilitación de la misma para que las empresas privadas que se integrarán a este proyecto, de alta importancia nacional, puedan ofrecer sus servicios en el contexto que la ley establece.

Esto contempla el fortalecimiento de la Unidad de Firma Electrónica, adscrita al Ministerio de Economía, para que se establezcan las condiciones de infraestructura y organizacionales que esta Ley y su Reglamento establecen, a fin de invitar a las empresas interesadas en la provisión de servicios, y a la vez promover el uso de la Firma Electrónica, tanto en las entidades del Estado como en el resto de actores de la sociedad, que opten.

En una etapa inicial se promoverá que toda institución gubernamental implemente internamente la Firma Electrónica Simple, con fines de hacer eficiente sus procesos operativos internos, con base en documentación digital, minimizando el uso de documentos impresos, que generan un impacto económico y ecológico positivo.

En una segunda etapa se impulsará la Implementación de la Firma Electrónica Certificada, en la cual participarán todos los actores que legalmente estén autorizados (Servicios de certificación y de almacenamiento de documentos electrónicos) y aquellos que gestionen el uso de dichos servicios (Empresas, instituciones de gobierno y ciudadanía en general).

Los beneficios directos generados por la firma electrónica son muchos, en el contexto de eficientización de procesos que integran servicios del Estado para ciudadanos, para empresas, de empresas entre empresas, ciudadanos entre ciudadanos y todo ello en ambientes de comercio electrónico y gobierno electrónico, generando transacciones con características de autenticidad, integridad y confidencialidad que garanticen la seguridad de la información que se intercambia.

Entre los beneficios indirectos podrán destacarse: la mejora en indicadores de competitividad, transparencia, productividad, datos abiertos, entre otros.

Subcomponente 5: Facturación Electrónica

Implementación del proceso de Facturación Electrónica, fortaleciendo los mecanismos de recaudación fiscal y generando transparencia en las transacciones comerciales, entre empresas, consumidores y gobierno.

La Facturación Electrónica es otro tema que suma a la eficiencia en la gestión de gobierno, desde la perspectiva de recaudación fiscal, con efectos altamente positivos en transparencia, y que, de igual manera, está supeditada a una infraestructura y procesos tecnológicos robustos, así como de la firma electrónica, donde el gobierno es un catalizador clave para generar las condiciones legales, fiscales y técnicas que facilite la transición a este modelo.

Este tema ha tomado auge en Latinoamérica en los últimos años. Chile fue pionero en este tema cuando en el 2003 adoptó este proceso. Luego le siguieron otros países que han sabido sacar ventaja de las TIC.

Si bien en El Salvador se han habilitado algunos mecanismos que simulan una especie de Facturación Electrónica, esta no es pura, debido a que se depende de un intermediario que funge como “Imprenta Virtual”. Además, se carece de todo un proceso de validez jurídica de la documentación digital, lo que siempre obliga a la emisión de un documento físico que respalde la transacción.

La adopción de la Factura Electrónica, si bien implica muchos esfuerzos gubernamentales desde la perspectiva de inversión, regulaciones y logísticas para generen las condiciones para su implementación, es una apuesta importante, pues de ello derivan muchos impactos para el bien común, especialmente en lo referente a la hacienda pública, sector empresarial y el consumidor:

A.    Generación de transparencia en el proceso de recaudación fiscal, el cual se ve fortalecido con mecanismos de control electrónicos centralizados que interrelacionan los actores comerciales y la autoridad fiscal.

B.    Beneficios al contribuyente para sacar provecho de la automatización de procesos y minimización de los costos en papelería y almacenamiento físico, así como facilidad en el cumplimiento regulatorio fiscal.

C.   Estandarización de formatos, basados en una estructura normalizada definida por el Ministerio de Hacienda, sin menoscabo del cumplimiento regulatorio fiscal.

D.   Almacenamiento centralizado de toda documentación generada por las transacciones de todos los emisores, lo cual implica la habilitación de canales de consulta directa para los involucrados en la operación comercial.

E.    Las facturas electrónicas llevan un componente de seguridad jurídica, con base en la firma electrónica certificada, que garantiza la autenticidad y autoría del emisor del documento.

Si bien pueden seguirse identificando beneficios derivados de la adopción de la Facturación Electrónica, puede denotar que el ganador principal es todo el país, ya que se superan barreras de burocratización en tramitología, agilizando servicios y reflejando un logro global de transparencia en la recaudación y gestión tributaria.

Este componente de desarrollo será abordado estableciendo principalmente la estrategia de adopción de la Facturación Electrónica, en la que se marquen los hitos relevantes que generen resultados palpables desde su inicio. Sustentando esta estrategia bajo los principios de Transparencia Tributaria, que impulsan organismos internacionales cooperantes como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos  (OCDE), el Foro Global (FG), de los cuales El Salvador ya es miembro, y el G20.

En este sentido, nuestro gobierno focalizará su esfuerzo en generar las condiciones requeridas para la adopción de la Facturación Electrónica, incluyendo las reformas legales y nuevas regulaciones; cambios procedimentales; generación de la capacidad tecnológica; infraestructura de comunicaciones; estrategias de despliegue; campañas de formación y acompañamiento de los emisores y demás actores comerciales, entre otras; que garanticen una exitosa implementación.

Subcomponente 6: Gobierno de Datos Abiertos

Implementación de la Estrategia de Gobierno de Datos Abiertos a partir de los componentes de interoperabilidad y demás elementos TIC implementados, que permitan a los ciudadanos, sectores empresariales y demás entidades interesadas conocer de manera transparente los datos de utilidad, sobre la gestión gubernamental y demás información que genere valor para sus actividades de interés.

El tema de Datos Abiertos (Open Data) ha tomado auge en la última década, y su relevancia crece en paralelo a la adopción de las Tecnologías de la Información y Comunicación. Las iniciativas de los gobiernos en la implementación de prácticas de recolección de datos, y la disposición de los mismos a la población, viene vinculada a prácticas de transparencia y rendición de cuentas.

Este es otro de los componentes que frecuentemente están siendo monitoreados en los países, para lo cual existen diferentes organizaciones a nivel mundial que generan sus mediciones, que son plasmadas en informes especiales. El Salvador es parte de los países que entran en la mayor parte de informes de medición de Datos Abiertos.

Uno de los principales informes es el Barómetro de Datos Abiertos (ODB: Open Data Barometer) desarrollado por la World Wide Web Foundation, informe en el que establece todo el contexto de datos abiertos de los países, valorando las estrategias de preparación, implementación e impacto.

El Informe ODB, en su cuarta edición emitida en mayo de 2017, posiciona a El Salvador en el lugar 85 de 115, obteniendo en su medición 14 puntos de 100, quedando en nuestra región por debajo de Guatemala y Costa Rica, quienes ocupan las posiciones 63 y 71 respectivamente. (Fuente: informe Global Open Data Barometer - 4ta. Edición).

Aún hay un amplio camino por recorrer en temas de Open Data o, dicho de otra manera, en la voluntad de abrir los datos de gobierno a la población y adoptar prácticas transparentes y de rendición de cuentas.

Nuestra plataforma de gobierno se basa ampliamente en el impulso de las TIC como elemento clave para propiciar un entorno de transparencia, sobre el cual se ponga a disposición la información que las instituciones recolectan y generan; que sea un insumo de valor para la población, las empresas y demás organizaciones que analizan dichos datos, que toman decisiones con base en los mismos, y que, a la vez, puedan inferir sobre el nivel de transparencia y rendición de cuentas que cada entidad, y el gobierno en general, provee.

La estrategia de Datos Abiertos basará su éxito sobre las políticas de normalización de las TIC, los procedimientos estándares de recolección de información, interoperabilidad, plataforma tecnológica integrada y la habilitación de los canales electrónicos que den acceso a los datos a todos los actores de la sociedad interesados en su revisión, incluyendo los organismos internacionales que monitorean el clima de Open Data en los gobiernos, así como el impacto que esto genera.

Subcomponente 7: Identidad Digital

Habilitar las condiciones para la implementación de la Identidad Digital, que permita trazar la ruta en la integración de la información ciudadana, que facilite la identificación única con base al registro familiar, la generación de estadísticas vitales para la implementación de políticas de salud y educación enfocadas al desarrollo de la población; por ejemplo: vacunación, expediente médicos, proyecciones de matrícula, beneficios sociales, entre otros.

La Cuarta Revolución y su transformación digital no solo tiene que ver con instituciones y empresas, sino también cuenta con un enfoque en aquellos a quienes van dirigidos los servicios; es decir, un enfoque especial en el individuo, en la persona misma. Aun en pleno siglo XXI, y a pesar de haberse trabajado arduamente por regular el derecho a la identidad, aún hay ciudadanos que no pueden probar su identidad, o, en el peor de los casos, no cuentan oficialmente con una, quedando fuera de las estadísticas vitales de país.

La identidad de una persona la vuelve visible para temas de inclusión, políticas públicas de salud, estrategias de educación, entre otras. Pero esto no se limita al contexto público, su relación en sociedad y el uso de servicios privados; de igual manera demandan que una persona sea identificada de manera única.

Ante la transformación tecnológica global, el cierre de la brecha digital no se limita a que los ciudadanos tengan acceso a la tecnología y hagan uso de ella, sino que implica además que los ciudadanos puedan contar con una identidad digital, a través de la cual puedan interactuar en dicho entorno con el resto de actores.

Nuestro plan de gobierno incluye una Estrategia de Largo Plazo para todo el aparataje del gobierno central y gobiernos locales, quienes interactúan en la gestión de la identidad personal y en el registro de las estadísticas vitales, integrando esfuerzos con un enfoque en la adopción de identidad digital. Esto conlleva un fortalecimiento de las instituciones que están vinculadas a los procesos de registro y emisión de documentos de identidad legal (como las certificaciones de nacimiento, documentos únicos de identidad o registros de ciudadanos residentes), y los que se derivan de estos: los documentos de identidad  funcionales, como las licencias de conducir y pasaporte. Esto es clave para que nuestro país esté listo para dar ese salto a la identidad digital.

Lo anterior depende altamente de las estrategias de la transformación digital del gobierno, firma electrónica, interoperabilidad, ciberseguridad, reformas en la legislación relacionada, entre otros componentes, lo que implica una primera etapa en las bases sobre las cuales se cimentará nuestra estrategia.

De esta manera, el esfuerzo se verá reflejado con la integración tecnológica y fortalecimiento organizacional de todas las instituciones que tienen la responsabilidad de un adecuado de Registro del Estado Familiar, Registro de Identidad Ciudadana y Estadísticas Nacionales. Entre estas se vuelven prioritarios el Registro Nacional de las Personas Naturales (RNPN), la Dirección General de Estadísticas y Censos (DIGESTYC) y Ministerio de Salud, contemplando además el componente clave de los Registros del Estado Familiar, gestionado desde las Municipalidades, donde oficialmente todo nacimiento y toda defunción toman validez legal.

Si no se reestructura y moderniza el proceso de Registro Familiar, difícilmente se podrá dar el siguiente paso a la Identidad Digital Legal. En este sentido, la fase de fortalecimiento contempla una serie de tareas para integrar procedimental y tecnológicamente las instituciones vinculadas a este proceso:

·        Establecer mecanismos de registro de nacimiento y defunciones desde las entidades oficiales de origen (hospitales públicos y privados), desde donde, con los mecanismos de identificación electrónica, den fe de un evento determinante que impacta en el Registro del Estado Familiar.

·        En el caso de un nacimiento se generará el Código Único de Nacimiento (CUN) que ya está siendo asignado en el Ministerio de Salud. Sin embargo, se requiere de fortalecimiento en dicho proceso y viabilizarlo a los demás Centros de Atención Médica, públicos y privados, para que se integren a este proyecto.

·        En el caso de las defunciones, de igual manera habrá que implementar el proceso de registro e identificación única de los ciudadanos que no cuentan con un Documento Único de Identidad (DUI), que permita llevar la trazabilidad desde el deceso, su registro en la base de datos centralizada y el registro del evento en las municipalidades, para que sea accesible al resto de instituciones. Esto conlleva implícitamente que si el ciudadano no posee un CUN, de igual manera pueda asignársele a fin de mantener la integridad en la información.

·        Esta información debe ser centralizada y a la vez accesible para el MINSAL, RNPN, DIGESTYC y las municipalidades, siendo estas últimas donde se realizará la acción de registro oficial del evento y que da la legalidad al proceso en el Estado Familiar.

·        Desde este punto, se contará con un registro oficial/legal del evento, relacionado a la persona con base a su Código Único de Nacimiento, el cual podrá establecerse como código único de identidad, que, en el caso de un nacimiento, este le permitirá identificarse durante toda su vida, sobre el cual se registrarán todos los eventos de su estado familiar (matrimonio, divorcio, defunción, entre otros), así como permitir que se establezca una relación familiar de consanguinidad y afinidad (relación con padres, abuelos, cónyuge e hijos); es decir, el árbol genealógico legal.

·        Ese número de identidad única será la referencia misma para su Documento Único de Identidad. De igual manera, se refleja en los documentos de identidad  funcionales, que el ciudadano tramite. Por ejemplo: Licencia de Conducir, Pasaporte y demás credenciales que requiera gestionar, garantizando totalmente el uso de una misma referencia de identidad.

Todo lo anterior va estrechamente ligado al proceso de interoperabilidad institucional, a partir del cual se busca facilitar la entrega de servicios a la población a través de procedimientos y canales electrónicos. Por tanto, toda entidad oficial que requiera realizar consultas, o validar la identidad de un ciudadano, podrá hacer uso de la información centralizada cuando se derive de un trámite o servicio que el ciudadano mismo requiere. Bastará con hacer ajustes en procedimientos, y en otros casos reformas legales, para que se faciliten los trámites a ciudadanos. Por ejemplo: Evitar pedir partidas de nacimiento en trámites de Documento Único de Identidad (DUI); pasaporte; matrícula escolar, entre otros; o evitar pedir copias de DUI en cada uno de los trámites del Estado, o en la solicitud de servicios públicos. Todo esto, sin duda, evitará que los ciudadanos gasten recursos financieros, y de tiempo, en copias y en movilizaciones de una ciudad a otra para poder acceder a servicios de atención ágiles.

Estos serían solo algunos beneficios de menor escala, comparado a lo que se puede lograr con el fortalecimiento de los procesos actuales en el registro y gestión del Estado Familiar y de su integración con las Bases de Datos de identidad íntegras y seguras; lo cual lamentablemente está lleno de procesos arcaicos, regulaciones obsoletas y carencia de tecnologías aplicadas para eficientizar una administración integrada y segura a la que se le pueda sacar el máximo provecho.

En esta primera etapa de nuestra estrategia se materializan las bases de datos integradas del Registro de Identidad y un Estado Familiar confiable, a partir de las cuales se puede dar el paso de calidad a la Identidad Digital, que no debe verse como un sueño sino como una realidad en el mundo. Difícilmente nuestro país saldrá del subdesarrollo si no aceptamos verdaderos retos, si no adoptamos las tecnologías y si no modernizamos nuestras regulaciones, que abran paso a la verdadera transformación digital y, principalmente, a la integración interna y con el resto del mundo.

En la segunda etapa nuestra estrategia se enfoca en la construcción de la Identidad Digital, la cual implica la conformación de un Sistema de Identidad Digital, en el que se integrarán diferentes actores involucrados en esos procesos, entre ellos los proveedores de identidad (quienes registran, gestionan y garantizan las identidades de los usuarios); los usuarios de los servicios de identidad (quienes los adoptan la identidad para interactuar entre ellos); los proveedores de servicios (gobierno y empresas quienes prestan los servicios a los usuarios). Siendo esto un Plan de Gobierno integral, puede observarse nuevamente que esta estrategia no se desvincula del proceso de Firma Electrónica, de la Transformación Digital y de la Modernización del Estado; es decir, nos enfocaremos en procesos integrados, no en esfuerzos individuales.

Nota: El Sistema de Identidad Digital, no debe ser visto solo desde la perspectiva sistema informático, pues posee una visión integral de componentes, procedimientos, regulaciones que se relacionan y complementan para que se sumen en un proceso.

Este Sistema de Identidad Digital, se basará en varios componentes clave para su operativización, que contempla alcances de mediano y de largo plazo para garantizar un nivel de madurez suficiente que motive su adopción:

·        Se establecerán las condiciones legales requeridas para la adopción de la Identidad Digital, apegado a los derechos nacionales e internacionales de identidad.

·        Se establecerán mecanismos de autosostenibilidad financiera, para la implementación, mantenimiento y procesos de mejora continua del Sistema.

·        Se definirán marcos de gobernanza claros, normalizados, a los que se sometan los diferentes actores dentro del sistema, para una adecuada gestión del mismo, así como la inclusión de los mecanismos para la habilitación de servicios públicos y privados que hagan uso del Sistema de Identidad Digital.

·        Se basará en infraestructura tecnológica robusta que permita interactuar de manera estable y segura con los actores en este sistema.

·        Contempla la implementación de componentes de identificación y autenticación electrónica/digital basado en las mejores prácticas de ciberseguridad (mecanismos de validación), que ofrezcan las garantías suficientes a los usuarios y a los prestadores de servicios.

·        Estrategias de educación y concientización de la población (todos los sectores) sobre el uso de la Identidad Digital, a fin de generar la cultura del debido cuidado, resguardo/protección de sus datos.

·        Gestionar el apoyo de entidades internacionales que están impulsando este tipo de iniciativas para la adopción de la Identidad Digital, quienes, como aliados de los países, ofrecen no solo el soporte financiero sino además la asesoría y acompañamiento en la adopción de estos procesos, destacando su interés en el Desarrollo de la Región, como es el caso del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Sin dejar de lado países cooperantes que han sabido sacar ventaja de las TIC, y adoptado este tipo de identidad (como el caso de Estonia), sin embargo, no se ha sabido aprovechar esa voluntad de apoyo.

·        Entre otros componentes clave para la adopción de la Identidad Digital.

Si bien estos procesos requieren mucho esfuerzo en cuanto a un cambio regulatorio y, sobre todo, un cambio cultural, estamos claros que El Salvador quiere y merece lo mejor. Por tanto, la adopción de la Identidad Digital coadyuva al posicionamiento en la ruta correcta, y nos dará un gran impulso para ser parte de la Cuarta Revolución Industrial (4RI), que si bien ya ha iniciado, estamos seguros que ningún salvadoreño se quiere quedar de espectador, respecto a la manera en que el mundo cambia.

EJE 2 – Tecnología

Subcomponente 8: Brecha Digital

Reducción de la Brecha Digital que limita el desarrollo de nuestra población, sobre la base de planes de formación profesional enfocado en las Tecnologías de la Información, desde los niveles básicos a los niveles avanzados que exige el mercado global, que permita a nuestros ciudadanos sacar el máximo provecho a las TIC y generar fortalezas de empleabilidad.

En nuestro país, con el pasar de los años, contrario a los demás países de la región, en lugar de disminuirse la brecha digital en la población, esta ha ido aumentando. Los gobiernos anteriores no se han tomado en serio la labor de reducir la brecha digital e impulsar los esfuerzos necesarios para que esto ocurra.

El BID, mediante un estudio publicado en abril de 2018, nos insta a modernizar la gobernanza de las telecomunicaciones para reducir la brecha digital. Para esto, se buscará enfocar planes especializados en las TIC para el aprovechamiento de la población (https://www.iadb.org/es/noticias/estudio-del-bid-insta-america-latina-y-el-caribe-modernizar-la-gobernanza-de-las).

 

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Nuestra estrategia para la reducción de la brecha digital en el país se cimienta en varios componentes clave, que permitirán ir superando las limitantes actuales que generan esa disparidad en la población sobre el tema de las TIC:

a)    Potenciar las capacidades de conectividad, incrementando las condiciones de accesibilidad de la población, que permita llevar los servicios a las zonas que, por años, han estado abandonadas, tanto urbanas como rurales. Esto contempla el involucramiento del sector privado con programas de mejoramiento de Infraestructura de Telecomunicación, de Responsabilidad Social vinculados a Incentivos Fiscales, que propicien la integración de esfuerzos por sacar adelante al país.

b)    Implementar políticas inclusivas para el cierre de la brecha digital, donde no haya discriminación de género, condición social o edad; que actualmente se reflejan en la disparidad de acceso que los ciudadanos tienen sobre los servicios.

c)    Establecer estrategias de formación en TIC para que la población adquiera el conocimiento básico que le permita hacer uso de las tecnologías y tome ventaja de los servicios que se habiliten en canales digitales. Esto está relacionado al fortalecimiento de las Instituciones Estatales de Formación Profesional, Ministerio de Educación y sus Instituciones Educativas, Universidades estatales y privadas (incluyendo la actualización de Planes de Estudio), así como al establecimiento de convenios con Academias Privadas (formación especializada), que permita unificar esfuerzos para superar la brecha actual.

d)    Generar las condiciones para que los esfuerzos en el cierre de la brecha digital no sean aislados, sino que se basen en programas integrales, garantizando la efectividad de cada acción que se ejecute, pues no basta con proporcionar computadoras si no hay energía eléctrica, o si no se cuentan con acceso a internet. Por tanto, las acciones deben proveer de soluciones integrales.

El cierre de la brecha digital en la población ha demostrado a nivel mundial que genera beneficios directos a las personas, elevando su nivel de conocimiento, su autoestima, sus capacidades de empleabilidad, potenciando personas competitivas. Todo esto impactando directamente en el Producto Interno Bruto (PIB) de los países.

Subcomponente 9: Secretaría de Innovación y Modernización del Estado

Creación de la Secretaría de Innovación y Modernización del Estado, como ente regulador, supervisor e impulsor de todas las estrategias de gobierno relativas a las TIC; con objetivos de estandarización; implementación de políticas; adopción de buenas prácticas; habilitador de formación tecnológica y de seguridad de la información.

La transformación digital de un gobierno y todas las estrategias que conllevan a la normalización de un Estado deben ser sustentadas en estrategias sólidas. Pero estas no podrán materializarse si no existe un liderazgo que establezca las pautas sobre la operativización de las mismas.

Por muchos años, los gobiernos de El Salvador han intentado apostarle a las TIC. Lamentablemente cada entidad ha hecho sus esfuerzos de manera individual, muchas veces sin tener clara una visión de país sobre la cual alinear sus estrategias individuales. Esto se suma a la ausencia de lineamientos claros sobre una adecuada gestión de los recursos, falta de establecimiento de marcos de referencia a los cuales apegarse y, en muchas ocasiones, a la carencia de personal capacitado con la formación adecuada para sacarle el máximo provecho a los recursos tecnológicos.

Nuestro Plan de Gobierno contempla la creación de la Secretaría de Innovación y Modernización del Estado, la cual estará encargada de definir las estrategias de adopción de las TIC, sobre la cual todas las instituciones de gobierno establecerán sus estrategias individuales, con una visión de país en el contexto de una adecuada adopción de Tecnologías de la Información y una gestión eficiente de las mismas.

 

La importancia del involucramiento de esta Secretaría se basará en funciones concretas:

a)    Establecimiento de marcos normalizadores para la adopción de las TIC, aplicables a todas las entidades de gobierno.

b)    Elaboración e implementación de políticas de inversión para la adquisición de infraestructura y soluciones tecnológicas.

c)    Implementación de políticas de integración tecnológica entre las entidades gubernamentales.

d)    Elaboración e implementación de políticas de seguridad de la información.

e)    Definición de planes estratégicos, tácticos y operativos para la formación en TIC.

Todo esto podrá verse reflejado en acciones como las siguientes:

1.     Gestión y establecimiento de convenios con organizaciones internacionales, académicas y gremiales profesionales, con el propósito de:

a.     Definir planes de estudios especiales para formar a los funcionarios que lideren las áreas de TI de las entidades de gobierno, con un enfoque en la gestión y especialización en Innovación y en las TIC.

b.    Definir e implementar carreras técnicas de especialización abiertas a la población que quiera desarrollar sus habilidades en rubros específicos de TIC, conforme a la demanda de las empresas locales, y conforme a las tendencias del mercado laboral local e internacional.

Por ejemplo, diferentes empresas locales e internacionales no solo demandan desarrolladores de software, también demandan especialistas en otras áreas, como es el caso de especialistas en ciberseguridad y en seguridad de la información, administradores de infraestructura de TI, arquitectos de software y de infraestructura, administradores de bases de datos, especialistas en calidad, especialistas en riesgos, administradores de proyectos de TI, entre otras especialidades relativas a las TIC y su gestión.

Esto también contempla profesiones de alta demanda en tecnologías de tendencia y emergentes, como por ejemplo: aplicaciones móviles, big data, inteligencia artificial, internet de las cosas, robótica, blockchain y tecnologías en la nube, entre otras. En estas áreas se están identificando nichos de emprendimiento, que es una de las fortalezas de nuestro talento joven.

Por tanto, es importante apostarle al fortalecimiento profesional de nuestra gente, para que destaque a nivel global y que nuestro país sea reconocido internacionalmente como un centro de desarrollo profesional en TIC.

Nota: academias incluye universidades estatales y privadas, academias de educación especializadas en TIC (presenciales y virtuales) y demás centros de formación profesional.

2.     Gestiones de apoyo de Organizaciones Internacionales y de países amigos, con el fin de recibir asesoramiento y acompañamiento en la implementación de proyectos de gran envergadura, relativos a las TIC, con enfoque a la modernización del Estado.

3.     Liderar el cambio en la modernización del Estado en materia de TIC, trabajando de forma integrada con el resto de instituciones relacionadas a cada tema que será impulsado. Esto incluye los proyectos del Sistema de Monitoreo Nacional, de Interoperabilidad, Firma Digital, Datos Abiertos, Identidad Digital, y todos aquellos proyectos focalizados a cerrar la brecha digital y mejorar la entrega de servicios a la población.

La importancia de la Secretaría radica en su naturaleza como canal oficial de referencia del Estado en temas de Innovación, Modernización y las TIC, el cual se convertirá en el referente para atender las propuestas, someter a aprobación proyectos que vayan enfocados a la eficientización del Estado, con acciones basadas en las Tecnologías de la Información.

Es de destacar que este gobierno y esta Secretaría en particular trabajarán de la mano con el Sector Privado, pues sabemos que los proyectos de país no se pueden aprovechar al máximo con una visión separada entre los diferentes sectores que conviven en el mismo. Por tanto, nuestro gobierno desde ya se compromete a ser facilitador y habilitador de condiciones para que el sector productivo pueda sacar el máximo provecho de sus recursos; y en el caso de las TIC, tanto gobierno, empresas privadas y academias debemos trabajar integrados, a fin de garantizar que nuestro recurso más valioso (nuestra gente) pueda sumarse a la cadena productiva del país, con las mejores condiciones profesionales que le permitan generar valor.

EJE 3 – INNOVACIÓN

Subcomponente 10: Creación de Espacios “Tecnológicos

Crear espacios para la formación, desarrollo y calificación de habilidades tecnológicas, que permitan potenciar las capacidades de toda persona interesada en abrirse oportunidades profesionales en las ramas de mayor demanda y tendencias de las TIC, a través de BootCamps, Hackathons, MakerSpaces y la primera Biblioteca Virtual de El Salvador.

La creación de espacios para la población interesada en la innovación y la investigación científica y tecnológica se vuelven vitales para el desarrollo de un país y su gente. Estos diferentes espacios permitirán a los interesados poder reunirse para compartir recursos, experiencias, conocimientos, analizar ideas y mejorarlas; trabajar en proyectos; crear y construir, etc.

Los BootCamps y Hackathons incentivan a la población interesada porque se les pone un objetivo en específico que deben alcanzar en un tiempo determinado. Durante el desarrollo del evento, los usuarios comparten sus experiencias, se conectan con otros usuarios, se realizan diversos talleres en los que los expositores muestran la tecnología, que repunta en los países de la región y el mundo, lo que sirve a los usuarios para despertar la curiosidad sobre las nuevas tecnologías y buscar replicarlos en el país. Estos eventos se realizarán de la mano de la empresa privada, los cuales aportan adicionalmente su conocimiento y su experiencia en los temas u objetivos en los que se desarrolla el BootCamp o el Hackathon.

La creación de MakerSpaces en el país apoyará a las personas para que aprendan haciendo (Learning by doing), y a la motivación de las ideas para que se vuelvan una realidad, con el debido acompañamiento de asesores capacitados que guíen de cerca a la población usuaria hasta la materialización del producto.

En la Biblioteca Virtual estarán libros de diferentes categorías e intereses al alcance de la población, totalmente gratuitos para su lectura y descarga. Esto permitirá a población que no puede acceder a comprar un libro en específico o se le dificulta conseguirlo, pueda obtenerlo de manera fácil y gratuita. Para ello, se realizará un estudio previo de los libros más usados por la población, para que la colección de libros disponibles sea de total uso y aprovechamiento; y se verificará la selección de libros de manera periódica para que se mantenga actualizada y sea totalmente útil.

Subcomponente 11: Startups

Implementación de mecanismos de apoyo a Startups, que habiliten su proyección al mercado, garantizando su posicionamiento, competitividad y crecimiento que las haga autosostenibles, a través de programas interinstitucionales que garanticen su éxito.

En nuestro país hay decenas de Startups, algunas ya son autosostenibles, muchas están naciendo, y otras aún están en las mentes de sus creadores.

Las que ya son autosostenibles, y las que están naciendo, lo están logrando bajo sus propios medios, sin ningún apoyo del gobierno, luchando contra la burocracia, el papeleo innecesario y la ausencia de un ente, o guía, que les indique qué camino recorrer para que la materialización de su idea, empresa o negocio sea más fácil.

Para estos tipos de Startups, y para las que aún están en la mente de sus creadores, se plantea crear programas y mecanismos de apoyo interinstitucionales que brinden la guía a estos emprendedores sobre el proceso de creación de su empresa, sobre las gestiones necesarias para establecerse, brindando el acompañamiento adecuado para que se vuelvan autosostenibles, y estableciendo ferias para que la ciudadanía y la empresa privada conozca sus ideas.

Este apoyo irá de la mano con la búsqueda de patentes para el país, adicionales a los nuevos productos (hardware o software) que las Startups puedan ofrecer. Así, El Salvador podrá repuntar en temas de innovación y tecnología en la región.

Subcomponente 12: Smart Cities

Impulsar la implementación de Ciudades Inteligentes (Smart Cities) que permitan superar los desafíos que presentan, relativos a tránsito terrestre, cambio climático y usos óptimos de recursos naturales (energía, agua y luz solar); potenciando el desarrollo innovador y sostenible de las ciudades, a través estrategias integradas entre gobiernos locales y gobierno central, promoviendo modelos de gestión eficientes.

En el año 2013 ciudades como Santiago (Chile), Ciudad de México, Bogotá (Colombia) y Buenos Aires (Argentina) ya despuntaban como líderes Smart Cities en América Latina. 5 años después, El Salvador no tiene ni una Smart City aún, ni ninguna ciudad que actualmente este en vías de convertirse en una. En algunas ciudades se han dado unos pequeños pasos, como en San Salvador, San Miguel, Antiguo Cuscatlán o Santa Tecla, de poner cámaras de videovigilancia y poner WiFi gratuito en algunas plazas y han tratado de vender la idea a los ciudadanos de que estas medidas convierten a su ciudad en una Smart City o que están a punto de convertirse en una, lo cual no es cierto.

Las Smart Cities no solo se componen de cámaras de videovigilancia o WiFi gratis. Se divide en seis categorías:

 

·        Gobierno Inteligente.

·        Medio Ambiente Inteligente.

·        Economía Inteligente.

·        Movilidad Inteligente.

·        Ciudadanos Inteligentes.

·        Modo de vida inteligente.

Integrados, estas seis categorías, con el apoyo de la tecnología, forman la Smart City ideal.

Nuestro Plan de Gobierno propone crear Smart Cities en diferentes zonas del país, brindando el apoyo y el acompañamiento a las alcaldías para el desarrollo de sus municipios, porque en nuestro país, debido a la división de los servicios que se le brindan al ciudadano, no todo le corresponde al gobierno central, ni todo a las alcaldías.

Se propone instalar sistemas de ciberseguridad íntegros, cumpliendo su función disuasiva y de apoyo a las autoridades que, aunado al proyecto de Identidad Digital, nos permitirá identificar de manera más fácil a los ciudadanos que cometan delitos. Sensores de movimiento en la iluminación pública, además de paneles solares en edificios públicos y semáforos que permitirán eficientizar el consumo de energía de las ciudades, para que sean autosostenibles. Sensores en semáforos que permitirán regular el tráfico de manera automática según la carga vehicular que esté transitando, o que permitan desviar el tráfico si existe una emergencia adelante.

Debido a la vulnerabilidad de nuestras ciudades, se planea ubicar sensores en ríos y quebradas que nos permitirán reaccionar antes de un posible desastre natural. Con el apoyo de las municipales se pueden ubicar sensores en los basureros públicos, que notificarán cuando estén llenos y así eficientar la recolección de los desechos.

Mediante un proyecto de digitalización 3D, se planea que los principales monumentos, parques, plazas, playas, volcanes del país están disponibles en una plataforma virtual. Así, los interesados podrán dar recorridos virtuales a los lugares, desde cualquier aparato móvil o computador y les permitirá conocer el terreno que quieran visitar, con lo cual se apoyará al turismo nacional e internacional.

4. Conclusiones

Todos los componentes planteados en este plan de innovación y tecnología basan su éxito en su integración, con un enfoque de beneficio común para todos los actores que interactúan en sociedad: ciudadanos, empresa privada y entidades de gobierno en general; apuntándole con esto cimentar un futuro prometedor a las nuevas generaciones, quienes podrán sacarle el máximo provecho a la apertura tecnológica que desde ya es necesario forjar.

Por tanto, no debemos limitarnos solo a decir que las y los niños y jóvenes son el futuro de nuestro país, sino, que tenemos que propiciar las condiciones para que dichas generaciones tengan un legado sobre el cual puedan continuar impulsando a nuestro país en la ruta del desarrollo.